Cuando todo comenzó, no podiamos creerlo. Que habia pasado? Mi papá y mi familia nunca hizo nada malo, esa noche no sabiamos a donde se lo habian llevado, tampoco si estaba bien o en que situacion se encontraba, dormimos con el miedo que la policia llegara a nuestra casa en la madrugada. Al dia siguiente, recuerdo haberme despertado temprano por la manana, no habia casi nadie en casa. Eran cerca de las 10:30 am. Miré de casualidad por la ventana, habia una patrulla frente a la casa! Corri a avisarle a mis unicos dos familiares adultos que estaban en casa. En ese momento senti miedo. Me quedé en la casa de mi abuela mientras sabia que habia policias por toda mi casa, esperando a que se fueran. Luego de eso las persecuciones y asecidios a nuestra familia siguieron.
Nos concedieron visitas a la carcel donde se encontraban, en la capital Managua, siempre esperabamos estas visitas. Habia presión en ese
lugar, los policias cuidaban el lugar como si hubieran criminales, las camaras no nos dejaban comer, en especial en la primera visita. Las horas ahi pasaban rapido y al final de cada visita se sentia mucha tristeza al ver como nos separaban nuevamente. Toda la situacion desde el principio dejo una repercusión psicologica
en toda la familia. En mi caso en mis sueños siempre aparecia mi papá pero al final siempre se lo llevaban de nuevo a la cárcel.
COMENZADO UNA NUEVA VIDA
El 9 de febrero una noticia salio a la luz, habian liberado a muchos presos politicos y los habian sacado del pais. No podiamos creer esto, fue una gran sorpresa! Era lo menos inesperado en el momento y aunque sentiamos nostalgia porque estaba lejos, estabamos felices porque ya no estaban mas en la cárcel.
Tras unos meses tuvimos que dejar el país, dejar atras todo lo que conociamos, nuestra familia, amigos y cultura. Gracias a la situacion politica tuvimos que escapar de Nicaragua por la frontera. Esa noche nos despedimos con nostalgia de toda nuestra familia, sabiamos que ibamos a extranar el lugar donde crecimos pero abandonar el pais era la oportunidad para que nuestra familia estuviera unida y completa nuevamente.
Viajamos desde la ciudad de Matagalpa hasta la frontera de Nicaragua con Costa Rica. Salimos en altas horas de la noche para que nadie pudiera darse cuenta y al llegar a la frontera tomamos nuestras cosas y caminamos por un campo oscuro y lleno de baches grandes. Desde que comenzamos a caminar por ese lugar hubieron muchos sentimientos de miedo y preocupacion por lo que pasaria esa noche. Tambien sentimos cansancio al caminar y caminar pero no llegabamos a nuestro destino. Luego seguimos caminando y pasamos por un bosque donde se escuchaban tantos ruidos. Habia mucha gente que pasaba y caminaba mientras cargaban sus maletas.
Caminamos casi una hora para salir de Nicaragua. En camino sentimos la tristeza de dejar a nuestra familia y el hecho de escapar de nuestro país de origen nos parecia injusto pero por el momento fue necesario. Al terminar de cruzar y a pesar del cansancio sentimos alivio de llegar con bien, estar mas cerca de reunirnos para estar todos juntos y poder abrazarnos otra vez.
Con ayuda de la diócesis de Gaylord, pudimos llegar a Michigan, Estados Unidos, donde nuestra familia se reunió nuevamente. Fuimos a vivir un tiempo todos juntos a Mancelona y luego nos trasladamos a Traverse City en donde estamos iniciando nuestros estudios mientras mis padres trabajan. Actualmente estamos estudiando, (Jessel ha terminado el 7mo grado, Wendy estoy cerca de finalizar mi primer año de colegio). Agradecemos a Dios, a la diócesis de Gaylord, al padre Wayne, a la comunidad latina y a todos los que nos han ayudado.